Esta alfombra antigua de mediados del siglo XX proviene de la zona de Karabaj, en el Cáucaso. Posee un diseño floral típico de las alfombras armenias, que al ser tejido a mano nudo por nudo, le otorga a la línea curva de la flor una característica única que sorprende y emociona. Esta alfombra posee el arte folclórico de la campiña armenia, alegre, única y llena de vida. Una autentica obra de arte del folkart de Asia Central. Dada su condición procedente de la antigüedad y de su trabajo realizado de forma artesanal, cada pieza es única; y puede presentar variaciones de color, matices o textura.